Hasta veinticinco metros de altura y doce metros de envergadura para un árbol que a veces tiene 1.000 años, el baobab es un gigante. De generación en generación se confeccionan cuerdas con su corteza fibrosa, ya que la fibra de este organismo posee la particularidad de auto-regenerarse. Nuestros investigadores han descubierto, en la fibra roja de baobab, un extraordinario porcentaje de agentes anti-oxidantes 65 veces más eficaces que la vitamina C.
Vitamina liposoluble imprescindible para una correcta estabilización de las membranas celulares, para el mantenimiento de la actividad de ciertas enzimas, para la protección de los glóbulos rojos y de las células contra las sustancias oxidantes (por ejemplo, los radicales libres). También está probado que la vitamina E ralentiza el envejecimiento de las células.
Uno de los minerales más utilizados en los complementos, reconocido por su papel en la reducción del estrés oxidativo. Además, se ha probado que el selenio, en su forma orgánica, es más eficaz para estas funciones que las sales de selenio inorgánicas, principalmente gracias a su mejor biodisponibilidad.
La luteína está presente, de forma natural, en las verduras de hoja verde, como por ejemplo las espinacas, la col y el brócoli. Protege a las células mediante sus propiedades anti-oxidantes y su capacidad para filtrar la luz azul y los UV. La luteína presente en nuestros productos es biológicamente activa, es decir, idéntica a la luteína natural y el organismo puede absorberla directamente.
También conocida como Ubiquinona, está presente de forma natural en todas las células humanas y asegura la producción de la energía corporal. El 95% de todas las necesidades corporales de energía se transforman con la ayuda de la CoQ10 y la reducción de su tasa está relacionada con el envejecimiento, con el esfuerzo físico extremo, con el estrés y con un alto consumo de alcohol y tabaco. Debido a su papel antioxidante, protege a nuestras células contra los efectos nocivos de los radicales libres.
Los polifenoles son antioxidantes incluso más eficaces que las vitaminas C y E. En la manzana de sidra, se encuentran componentes de ácidos hidroxicinámicos y de flavonoides como por ejemplo la floridzina, un ingrediente particularmente activo que no existe en otras plantas como la uva. Los resultados de los estudios in-vitro sobre la expresión de los genes de fibroblastos dérmicos mayores muestran la eficacia de los polifenoles de manzana en la prevención del envejecimiento cutáneo.
Alga marina que concentra, de forma natural, el calcio presente en el agua del mar para una acción remineralizante esencial. La notable biodisponibilidad del calcio marino procedente del Lithothamne, hace de él un complemento natural altamente asimilable y sin efectos secundarios, debido a su rápida eliminación.
Alga marina, con alto contenido natural en vitamina D. Al actuar en combinación con el Lithotamne, refuerza la asimilación de calcio.
Alga de lagunas particularmente rica en betacaroteno natural, que ayuda a preparar la piel contra el sol, activa y mantiene el halo armonioso y luminoso de la piel, mientras ayuda gracias a la acción anti-oxidante de los carotenoides y de las vitaminas C y E. Se utilizará antes, durante y después de la exposición al sol.
La Dunaliella salina también previene el envejecimiento prematuro de la piel. Su extraordinario contenido en betacaroteno, vitaminas C, A, E, B y D, aminoácidos, proteínas, lípidos, ácidos grasos y minerales tiene como resultado la estimulación de la fabricación de las células de la piel, una intensa nutrición de las células y una hidratación acentuada de la piel.
Fuente de vitaminas K, D, B y beta carotenos, el aceite de germen de trigo sobre todo posee un alto contenido en ácidos grasos no saturados y en vitamina E, de ahí su eficacia contra los radicales libres, el envejecimiento y la pérdida de elasticidad. Su alto contenido en insaponificables desempeña un importante papel para la protección y la cicatrización de la piel (absorción en el UV B) y contra la inflamación (rojeces, quemaduras causadas por el sol).
Las bayas de grosella son una extraordinaria fuente natural de vitamina C. Actualmente se conoce el papel preponderante de la vitamina C como catalizador de la colagenogénesis, es decir, la regeneración del colágeno que le confiere a la piel su elasticidad y su tono. Esta baya también posee un alto contenido en vitaminas E, B y P (papel de protector de los capilares sanguíneos) y en carotenos (beneficiosos para la salud en general y la belleza de la piel en particular).
Antiséptico, desinfectante y cicatrizante, en la India se utiliza para preparar mascarillas de belleza destinadas a revitalizar la piel. En las islas de Samoa, en el Pacífico, es el remedio por excelencia para curar cualquier problema dermatológico. Desde hace algunos años, esta especia es objeto de un número creciente de estudios. Ya se le han atribuido propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. La cúrcuma también podría resultar útil en el tratamiento de las lesiones cutáneas cancerosas y de las quemaduras provocadas por la radioterapia.
Es la planta por excelencia de los problemas circulatorios (problemas circulatorios vinculados a la menopausia). La viña roja es un tónico venoso, que disminuye la permeabilidad de los capilares y aumenta su resistencia. Sus taninos poseen una acción contra los radicales libres. Son estabilizadores del colágeno presente en las membranas de los vasos.
Rico en silicio (cimiento celular que permite que el calcio se fije), el bambú posee una acción beneficiosa para el estado general de la piel, de las uñas y de los cabellos. Contiene glúcidos, prótidos, lípidos y materias minerales y, más en particular, silicio. Estimula la síntesis de colágeno contenido, entre otros, en el tejido conjuntivo. El bambú posee propiedades mineralizantes, reestructurantes y tonificantes.
Ayuda a la piel a prepararse y regenerarse durante el sueño. Estos comprimidos de juventud protegen su capital celular contra los efectos nocivos de la contaminación y del estrés oxidativo. Su fórmula innovadora combina la fibra roja de baobab, que posee una concentración excepcional en agentes antirradicales, con un complejo marino rico en beta-carotenos. La coenzima Q10 y la luteína reactivan el metabolismo celular. Cúrcuma reestructurante, bambú remineralizante y polifenoles de bayas de grosella y de viña roja, completan esta acción reparadora.